Tras a miña intervención de hoxe en RadioVoz, Isidoro entrevistou telefonicamente ao presidente do Colexio Profesional de Mediadores de Seguros na provincia de A Coruña, Juan M. Sánchez-Albornoz, quen respondeu ás dúbidas que durante os pasados días xurdiron aos cidadáns sobre as indemnizacións que poderían satisfacer as compañías de seguros co gallo dos desperfectos causados pola cicloxénese explosiva da pasada fin de semana. O corte de audio resulta moi educativo:
Na web de La Voz tamén levaron a texto o asunto:
El Consorcio de Seguros cubrirá los daños por viento de más de 135 km/h
Empresas, peritos y agentes del sector, desbordados por el gran número de incidencias que deben atenderLas compañías, corredores y agentes de seguros desviarán al Consorcio de Compensación de Seguros a aquellos clientes que habitan en zonas donde se dieron ráfagas de viento superiores a 135 kilómetros por hora, siempre y cuando tengan una póliza que cubra este tipo de desperfectos en sus casas o en sus instalaciones agrarias. La mayoría de los seguros multirriesgo del hogar -muchos de ellos formalizados al suscribir una hipoteca- cubren los daños producidos por este tipo de circunstancias meteorológicas siempre y cuando la intensidad del viento oscile entre 90 y 135 kilómetros por hora. En cualquier caso, es recomendable comprobar que en la póliza del seguro figura esta garantía adicional.
Dentro de este margen, las compañías cubren los daños directos del temporal, pero a partir de los 135 kilómetros por hora la normativa española cataloga estos incidentes como «riesgos extraordinarios», y es el Consorcio de Compensación de Seguros (entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda) el que asume estas indemnizaciones. Para ello es preciso tener contratada una póliza con una compañía privada, pues en la facturación de este seguro va incluido un recargo en favor del Consorcio para que se haga cargo de los riesgos considerados extraordinarios.
En este sentido, el Colegio Profesional de Mediadores de Seguros de A Coruña envió ayer a sus asociados una circular en la que se les recordaba que las zonas con vientos superiores a 135 kilómetros por hora quedarían fuera de la cobertura de las compañías privadas. Esta información, explica su presidente, Juan Manuel Sánchez Albornoz, se basa en los datos de MeteoGalicia, aunque esperan completarlos con los que facilite la Agencia Estatal de Meteorología.
Según esta previsión inicial, los asegurados de la zona de A Mariña lucense entre Burela y Cervo serían atendidos por el organismo público, «pues tenemos datos de viento de entre 148 y 151 kilómetros por hora». Algo similar sucederá en zonas de la Costa da Morte como Malpica, Camariñas y Cee, donde también se registraron ráfagas superiores a los 135 kilómetros por hora.
Numerosos asegurados no pudieron ser atendidos en la jornada de ayer debido a la saturación de los call centers de las principales aseguradoras o entidades bancarias que suscriben directamente seguros del hogar. Fuentes del sector confirmaron que en los próximos días se reforzarán los centros de atención al cliente para que puedan dar parte de los daños. Es necesario recordar que hay siete días de plazo para comunicar los incidentes, pero siempre se puede reclamar si el retraso es atribuible a que la compañía no ha atendido con diligencia a los clientes. En la página consorseguros.es se encuentra el modelo de reclamación para los afectados que tengan que ser indemnizados por el Consorcio de Compensación de Seguros.
Los agentes y corredores de seguros y el cerca de medio millar de peritos que hay en Galicia también estaban ayer saturados ante la gran cantidad de incidencias que debían atender. No obstante, los colegios y asociaciones del sector están recordando a los propietarios que tienen la obligación de mitigar las consecuencias del siniestro para que el daño no sea mayor. Los peritos tardarán varias semanas en acercarse a las casas para valorar los daños, por lo que es importante acometer las reparaciones urgentes para que no se agrave el daño. De lo contrario, habrá problemas para lograr que el seguro cubra los desperfectos. Un ejemplo: si el viento se ha llevado parte del tejado es importante repararlo cuanto antes, pues puede acarrear daños en otras zonas de la casa que ya no cubriría el seguro si no se arreglan con urgencia.
Si se opta por reparar los desperfectos ante la imposibilidad de ser atendido por el seguro, es importante fotografiar o grabar en vídeo los daños originales, así como conservar los restos dañados aunque se lleve a cabo la reparación -las tejas rotas del tejado, por ejemplo-. No está de más buscar a testigos oculares de los desperfectos para que su testimonio sirva de apoyo ante los empleados de la aseguradora o los peritos. Por supuesto, es importante conservar las facturas de cualquier tipo de reparación o de las circunstancias que acarrearon (por ejemplo, la factura del hotel si no se puede utilizar la vivienda habitual).
Es importante leer la póliza para ver si el seguro cubre los efectos de los cortes de luz sobre los electrodomésticos -subidas súbitas de tensión cuando vuelve la luz- o los productos congelados que se perdieron. Si no está asegurado, solo queda una incierta reclamación ante la compañía eléctrica.
Ao final todo depende da letra pequena da póliza que teña cada un, pero os consellos que deu Sánchez-Albornoz son benvidos, e de seguro que moitos quedaron tranquilos ao escoitar as súas palabras.
Iso si, non podo rematar esta entrada sen publicar unha cuña que escoitei na radio promocionando o sistema operativo Galinux:
Tamén hai anuncios televisivos (emitidos pola TVG):
¿Quen se atreve a dicir agora que non sabe o que é o Galinux? E, ¿a que molan os ruidiños que fai o pingüín?
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