Como se puede leer en Código Cero, en Inglaterra adiestraron a 2 perros, Lucky y Flo, para que pudiesen detectar por el olor el tráfico de discos ópticos (CD y DVD) de manera que se selecciones los paquetes que se van a inspeccionar en aeropuertos y aduanas, y así pueden localizar envíos ilegales de discos y películas piratas. Eso sí, los perros no distinguen las copias de los originales, por lo que simplemente detectan que hay discos por el olor del policarbonato plástico (o eso tengo entedido), lo que me lleva a una interesante reflexión:
Tengo entendido que los perros aduaneros que detectan drogas, en realidad son drogadictos, pues en su entrenamiento los vician a las sustancias prohibidas, para que luego sean capaces de detectarlas al instante. Si me atxurizo, debería entender que para que Lucky y Flo sean capaces de identificar un disco compacto dentro de un paquete tienen que desear ver sus contenidos, o sea, que debieron estar sometidos a un maratón de películas tipo Como Perros y Gatos, Un candidato muy peludo, Karate Dog o las series completas de Rintintín y Lassie.
Sin duda, una operación escalofriante que estaría al nivel de La Naranja Mecánica.
De hecho, esta noticia me hace recordar una frase de Jean Cocteau: “Prefiero los gatos a los perros, porque no hay gatos policía“.
