Debate sobre a Lei Sinde en La Opinión

Onte saíu nas páxinas de La Opinión un debate entre un servidor e Pancho Casal (Continental) para discutir sobre a polémica disposición final segunda da Lei de Economía Sustentable...

Onte saíu nas páxinas de La Opinión un debate entre un servidor e Pancho Casal (Continental) para discutir sobre a polémica disposición final segunda da Lei de Economía Sustentable (coñecida popularmente coma Lei Sinde), encontro ao que tamén estaba convidado Juan Freire, pero que por desgraza non puidemos contar coa súa presenza por mor dun caos de tráfico que tivo lugar en Compostela.
Algún dos momentos do encontro recóllense no seguinte vídeo:

Coido que é difícil enmarcar a conversa que mantiven con Pancho, pois aínda que parecía un enfrontamento de posturas distantes, a polarización está provocada polas formas e non polo fondo do asunto. Está claro que eu non estou en contra da defensa dun sector industrial (por moito que algúns insistan en chamar cultura, dando a impresión que queren agochar que existe un negocio detrás, o que considero que é un erro), senón da formación dunha Comisión de Propiedade Intelectual dependente do Ministerio de Cultura, cunhas potestades que considero que vulneran dereitos fundamentais. Algúns dos meus argumentos son que:
– non é de recibo que un organismo administrativo poida pechar unha páxina web por unha actividade que os xuíces ata o momento non consideran delictiva
– a Comisión estableza un mecanismo express no que o peche dunha web decídase en 4 días é totalmente inxusto: o denunciado ten 4 días para defenderse, pero a acusación ten todo o tempo do mundo para preparar a súa denuncia
– dada a lentitude da Xustiza, un peche inapropiado tardaría anos en corrixirse, con consecuencias insalvables para o prexudicado (pechar unha web 3 ou 4 anos é desaparecer por completo da Rede)
– resulta desproporcionado e inxusto que a propiedade intelectual teña privilexios fronte á propiedade física ou calquera outra materia sometida a lei
– a Comisión facilitaría que os denunciantes iniciais non tivesen responsabilidade nos procesos xudiciais posteriores, de xeito que non terían que facer fronte aos costes do xuízo ou a indenmizacións posteriores se as houbera (pagando todo os contribuíntes). Iso permitiría as denuncias indiscriminadas, o que parece perigoso e irresponsable.
Vaia, que parece peor o remedio que a enferminadade, pois non podemos esquecer unha cousa: o peche de páxinas web de intercambios de arquivos administradas por españois non servirá de nada. Temos moitos precedentes: ¿lembrades o caso de Napster? Pechar Napster incluso impulsou plataformas alternativas moito máis fortes, acabando por levar a KaZaA; e tras o peche de KaZaA, o eMule, o Torrent e as descargas directas están a ter aínda un volume maior.
Competir co gratuíto é moi difícil, e levo moito tempo sostendo que a mellor alternativa son as plataformas de adquisición de contidos baratas e doadas de utilizar. Un claro exemplo son as aplicacións para o iPhone, que venden moitísimo, e a xente non se molesta en piratar un terminal se os xogos custan 0,79 euros. Se tivesemos algo coma Netflix en España (con milleiros de películas para ver á carta por 7,99 dólares/mes, e que incluso funciona dende as consolas de vídeoxogos e algúns televisores avanzados) moita xente non descargaría unha película do P2P na vida, ao igual que moitos pasan xa da descarga de música dende que teñen Spotify.

O debate nas páxinas de La Opinión

O debate de La Opinión quedou reflictido do seguinte xeito nas páxinas da publicación coruñesa:

El rechazo sufrido esta semana por la llamada ley Sinde en el Congreso pone de actualidad los daños causados por la piratería en el mundo de la cultura. Un productor audiovisual y un especialista en nuevas tecnologías conversan en este debate acerca de las perspectivas de solución para este problema.

P. Casal: No esperábamos que la ley fuera rechazada y tenemos que apuntarnos en el debe no haber previsto que tenemos unos políticos demasiado influenciables. Además, el debate que se ha suscitado no tiene nada que ver con la ley, que va en contra de la gente que gana dinero a base de robar. No entiendo cómo se puede estar en contra de eso, porque la ley no va contra la libertad de expresión ni en contra del derecho a descargarse cosas en internet, sino de cerrar portales de gente que se lucra con derechos de propiedad intelectual de otros. Lo que me pareció el colmo fueron las declaraciones del presidente de la Asociación de Internautas, que reconoció que sólo tiene 1.700 asociados, pero al que me da miedo oírle hablar porque parece el presidente del Gobierno.

M. Fernández: Fue una sorpresa que se rechazara la disposición adicional segunda, porque la llamada ley Sinde en realidad sólo es un apartado de la ley de Economía Sostenible, ya que no había gente del mundo de la política que estuviera en contra de esas medidas. Lo que pasó es que una fuerza política nacionalista no consiguió nada a cambio de dar su apoyo a esa ley y por eso no la respaldó.

P. Casal: ¿Por qué se le tiene que echar la culpa a CiU cuando no la apoyaron ni el Partido Popular, el mayor defensor de la propiedad privada, ni el PNV? Para mí, la mayor decepción fue la de Izquierda Unida, que defiende el derecho de los mineros españoles a extraer carbón aunque sea más caro que el extranjero pero que a nosotros no nos defiende, quizás porque no nos considera trabajadores de los de pico y pala. Eso dice mucho de cómo están los partidos, porque en realidad están en el siglo XIX.

M. Fernández: Es muy preocupante lo que se incluía en el articulado, porque en ningún momento dice que se vayan a cerrar las páginas de la gente que se lucra con derechos de otros, sino algo muy genérico que se desarrollará con un reglamento que nadie conoce, al tiempo que se crea un organismo administrativo con una potestad equivalente a una medida cautelar decidida por un juez, pero sin las protecciones legales oportunas. Una página web es un medio de comunicación y el derecho a la información es uno de los fundamentales, por lo que si alguien la cierra simplemente por un derecho de propiedad intelectual puede mantenerla cerrada durante tres o cuatro años, por lo que aunque después gane, de nada le valdrá entonces. Además, si una empresa exige el cierre de una web y después pierde el juicio, tendría que pagar una indemnización, pero si se crea una comisión estatal para esta labor, sería la Administración la que tendría que abonarla, lo que daría barra libre a las entidades de gestión para denunciar.

P. Casal: No puedo entender todo este entramado demagógico para defender a unos ladrones. No es verdad que esta ley sea para cerrar webs, sino las de quienes se lucran con la propiedad de otros. Es como cuando se dice que la Ley del Divorcio está para que la gente se divorcie. Sólo vamos a por cien o doscientas webs y la gente dice que es inútil porque van a volver a abrir enseguida, pero por esa razón habría que quitar el Código Civil porque las cárceles están llenas. Algunas empresas de pirateo institucionalizado tienen más ingresos que el conjunto de la mayoría de las productoras. El delegado del Partido Pirata sueco está alucinado de que una web pirata española facture 8 millones de euros al mes. Para las empresas de contenidos, internet es la solución y no el problema, pero con un ecosistema. Tampoco creo que este movimiento contra la ley sea la democracia como se ha dicho, porque es preocupante que se hayan atacado las webs de los partidos.
NOTA: Iso da páxina web que factura 8 millóns de euros ao mes é unha falacia que nace da enxeñaría estatística das entidades de dereitos de autor. Ignacio Escolar está a dedicar un artigo ao tema, e a cousa é bastante diferente a como a pintan: unha fonte comentou que hai ano e medio a facturación da páxina web en cuestión era de 18.000 euros/mes, o que supoño que mellorarían considerablemente, pero de aí a ingresar millóns…

M. Fernández: Quien ataca las webs no son las asociaciones de internautas, sino hackers.
NOTA: Durante o debate non dixen que os ataques a páxinas web fosen obra de hackers senón de vándalos, pois un ataque de DDoS mediante unha aplicación de escritorio distribuída nun foro dista moito das habilidades dun experto en seguridade informática.

P. Casal: Pero les han jaleado.

M. Fernández: Es como cuando se bloquearon las páginas de Mastercard o Paypal cuando pasó lo de Wikileaks. No fue la gente de Wikileaks, sino exaltados como los que queman contenedores en las manifestaciones.

P. Casal: Esa gente no se puede arrogar la representación de todo el mundo, porque internautas somos todos. Hay que ser realista y ver que son pocas personas pero muy activas. Yo creí que la ley se iba a aprobar porque nadie iba a defender a unos ladrones masivos.

M. Fernández: En España no se piratea mucho más que en otros países. Estamos en el rango de otros países mediterráneos como en muchas otras costumbres. Si nos vamos a Sudamérica, África, Centroamérica y Asia con la excepción de Japón, todos esos países tienen muchísimo mayor índice piratería.

P. Casal: En una encuesta que tengo yo, España sale en el número dos mundial en piratería en internet.
NOTA: Fala dun informe de Promusicae totalmente desacreditado, e que non coincide en absoluto coas cifras que manexa a industria musical a nivel internacional (pasar dun 20% a un 95% de piratería é columpiarse moito).

M. Fernández: Pero en esa misma encuesta había datos totalmente contradictorios. No es cierto que se piratee tanto, yo sigo comprando el mismo número de películas que hace cinco o diez años.

P. Casal: ¿Y por qué la industria musical ha perdido el 85% de sus ingresos?

M. Fernández: La industria musical es otra cosa, porque está vendiendo CD cuando hoy nadie tiene ya un discman. El mercado no ha sabido adaptarse a la industria cultural. Es como el caso del vídeo por internet, en el que en España es casi imposible comprarlo porque la oferta es casi inexistente.

P. Casal: Eso no es verdad, yo he invertido casi un millón de euros en un portal junto con otros socios y no vendemos nada. Todos los DVD y Blu-Ray que se venden desde hace un año tienen conexión a internet pero no conseguimos vender nada.
NOTA: Está a falar de Filmin, unha plataforma centrada no PC, aínda que tamén accesible a través de terminais con iOS e a PS3, pero que non goza da promoción suficiente como para ser coñecida por un público masivo, nin polo momento ten un catálogo o suficientemente amplo e atractivo.

M. Fernández: Pero es sólo un año. ¿Cuánto tiempo hace que se pueden descargar las películas por internet?
NOTA: Co de só un ano referíame á presenza de dispositivos tipo Blu-ray e televisores con conexión á Rede, pois no mercado non son máis que unha anécdota, e case ninguén utiliza as súas funcionalidades en liña. A taxa de renovación dese tipo de trebellos é moi reducida, en contraste cos reprodutores de DVD con DivX, que están presentes en case todos os fogares españois nos que consumen películas máis aló das emisións televisivas.

P. Casal: Se dice que hay que montar otro modelo de negocio, pero ¿cómo vas a hacerlo sin un sistema que lo haga posible? ¿por qué en Estados Unidos sí es posible? Porque allí no hay esta piratería. Yo produzco ahora videojuegos y ya ni me planteo sacarlos en España, por lo que los publico en Estados Unidos y lo haremos en los países donde hay protección.
NOTA: Eu vexo a situación ao revés. Coido que boa parte da piratería vén da falta de plataformas legais. Amais, nos EE.UU. si hai piratería e, de feito, boa parte das películas, series e videoxogs que consumimos aquí veñen de alá, pero vese que a industria reaccionou mellor con Hulu, Netflix e outras plataformas mentres Blockbuster foi á bancarrota.

M. Fernández: Si me quiero comprar una película en descarga para verla en la tele lo tengo prácticamente imposible y si hablo de un libro, tres cuartos de lo mismo, mientras que en Estados Unidos a través de Kindle tengo contenidos para parar un tren.

P. Casal: Pero hay otros productos que sólo se pueden comprar en Estados Unidos y eso no da derecho a que se roben aquí.

M. Fernández: Se está abusando de la palabra robar, porque implica la existencia de un delito. Un hurto y un robo no son lo mismo y en el caso de la propiedad intelectual estos casos como muchísimo son hurtos. Estos días se desarticuló una banda que grababa las películas en los cines y eso es claramente un delito, pero la mayoría de las webs de descargas son foros en los que la gente comparte cosas.

P. Casal: Yo también estoy en contra de esas páginas siempre y cuando obtengan beneficios de ellas y el 90% lo hacen.

M. Fernández: Pero el beneficio lo obtienen por la publicidad que contienen las webs y no por las descargas. Todas las páginas que fueron llevadas a juicio hasta el momento ganaron porque el juez dijo que no había una vinculación directa entre la descarga y el beneficio económico, por lo que no había un delito, aunque eso no quiere decir que no pueda ser perseguible por la vía civil. Se ha dado el caso de una red de páginas de intercambio que se cerró este año en las que había foros sobre todo tipo de cosas y en las que también había descargas, pero el juez cerró toda la página y no sólo la sección de descargas, por eso decimos que se ataca a la libertad de expresión.

P. Casal: Es que si un bar vende cocaína, le cierran todo el local y no sólo la parte en la que vende cocaína.

M. Fernández: En El País hay un blog en el que había enlaces con páginas de descargas porque la persona que la hacía creía que eso era legal. Si hubiera una responsabilidad, tendría que ser de esa persona, porque no cerrarían el periódico por incluir ese blog, aunque esta ley permite cerrar todo el medio.

P. Casal: Se está intentando sacar todo de quicio. No me creo que el Ministerio de Cultura se vaya a poner a cerrar blogs de gente que no saque rendimiento económico de ellos.

M. Fernández: Estás suponiendo que hay buena fe, lo que es mucho suponer, porque con esta ley si alguien quiere cerrar un medio puede aprovecharla.
NOTA: Un exemplo nesta liña son as concesións de emisoras de radio, pois nalgunha comunidade autónoma non renovaron as licenzas dos grupos de comunicación que non eran afíns, ou sexa, que calaron voces mediante un mecanismo administrativo, o que podería pasar tamén coa Lei Sinde, o que dá moito medo.

P. Casal: Parece que descargarse películas es un derecho fundamental. Lo que no entiendo es que todas estas asociaciones de internautas no protesten porque les cobren cinco veces más que en otros países por el ADSL.

M. Fernández: Ésa es la principal reivindicación de la asociación y ha hecho muchas campañas sobre este asunto.
NOTA: A Asociación de Internautas creouse a raíz dunha campaña para promover unha tarifa plana de Internet en España alá por 1996

P. Casal: Pues no he visto ataques a webs ni negativas a pagar a Telefónica. Porque además es gente que está un poquito apalancada y cuando se trata de atacar a gente que de verdad tiene poder se lo piensa. No he visto defender con ahínco la wifi pública o pedir que los laboratorios no puedan patentar sus licencias de medicamentos, que debe ser un poquito más importante que descargarse películas.

M. Fernández: Legislar de más no está sirviendo para nada y tenemos el caso francés, donde desde que el presidente se casó con una cantante se aprobaron leyes cada vez más restrictivas sobre las descargas y sin embargo la diferencia de volumen con España es del 1%, por lo que no sirve para mucho.

P. Casal: ¿Y si no está sirviendo para nada por qué hay tanta oposición?

M. Fernández: Porque van a cerrar algunas webs y porque para poder revocar las decisiones de la comisión que las cierre pasarían años.

P. Casal: Para que haya una industria viable tiene que pasar un tiempo. ¿Por qué no hemos podido invertir y tener sistemas equiparables a los de las grandes empresas de Estados Unidos? Porque tenemos capital, ya que yo antes ingresaba 250.000 euros por película con el DVD y ahora ingreso 15.000. Encima esta gente me dijo en un debate que la culpa es nuestra porque el cine español es una porquería, a lo que yo contesté que cuál de estas películas lo es y por qué: Celda 211, Los ojos de Julia, Tres metros sobre el cielo, Entrelobos… También pregunté cuál de las últimas películas americanas que vieron es menos porquería y por qué, a lo que tampoco me contestó nadie.
NOTA: Non creo que a perda de ingresos no mercado de cine doméstico sexa só consecuencia das descargas, pois no meu caso coincide que veño moitísimas menos películas agora que hai 5 anos, pois dende o boom de Lost e Heroes as series de televisión melloraron moito, o que provocou en min e en moitas outras persoas un cambio de hábitos.

M. Fernández: La película más pirateada de la historia, Avatar, también fue una de las rentables, por lo que habría que ver hasta qué punto las descargas afectan a la industria.

P. Casal: Lo que el consumidor no ve es que Siniestro Total vivía de la música y ahora no puede hacerlo porque antes vendía 60.000 discos y ahora vende 3.000. Las descargas han arrasado con los artistas de la clase media para abajo. Es verdad que a los grandes no, porque de ganar 10 millones han pasado a 2 y los recuperan haciendo grandes conciertos. Al final acabaremos haciendo que la cultura sea una cosa de ricos o de mantenidos, porque muchos artistas ahora no viven de la cultura y son funcionarios o profesores, pero yo no quiero serlo, sino vivir de mi profesión.
NOTA: ¿Siniestro Total? O exemplo non sei se o entenderá moita xente, pois o grupo leva 9 anos inactivo e vivir da música pasada é unha das cousas que moitos non comparten. Admitamos que o copyright está a chegar a un nivel abusivo: partíu dunha duración de 14-28 anos a á actual de 70 anos dende a morte do autor, prazo que levan 50 anos ampliando, en prexuízo do dominio público.
A lexislación actual protexe a autoría, pero resulta comprensible que o público non vexa razoable que un artista poida vivir de rendas ou que haxa que continuar a pagar por obras como a canción Happy Birthday to You (de 1893) ata o 31 de decembro de 2016.

M. Fernández: Pero no se puede pedir que una ley garantice eso, porque un periodista también podría pedirte eso.

P. Casal: No, pero detrás de nosotros irán los escritores, porque dentro de tres o cuatro años en España no se podrá vivir de escribir como esto no se solucione y los periódicos vendrán detrás o delante.

M. Fernández: No se está destruyendo la industria en su conjunto, sino determinados niveles de la misma, porque en la discográfica el afectado es la producción de discos, mientras que los conciertos suben y la recaudación por derechos de autor sube muchísimo.

P. Casal: Eso no es verdad, los conciertos que suben son los de cinco artistas, pero los del resto bajan, ya que además muchos contratos eran de administraciones públicas y ahora no tienen recursos. Hay grupos que antes tocaban ante 5.000 personas y ahora tienen que hacerlo en un café para 100 y cobrar 100 euros por cabeza. Ésa es la realidad, pero la gente no lo quiere ver.
NOTA: Non podo coincidir nesas apreciacións, pois eu vexo todo o contrario. Nunca vin tantos concertos, especialmente de grupos pouco coñecidos, que agora son quen de encher unha sala pequena porque a xente pode escoitar na web os seus temas para saber do seu estilo cando hai un concerto anunciado, pois a xente non vai aos concertos a cegas.

M. Fernández: Los cines no han dejado de incrementar su recaudación en los últimos años y el número de salas bajó, pero con respecto a hace unos pocos años en los que aumentó de forma desorbitada.
NOTA: Se contrastamos os datos de 1999 cos de 2009 vemos un incremento de salas cinematográficas de 739 e de ingresos de 175 millóns de euros. Para que falen de crise.

P. Casal: Con la proyección en las salas se podían cubrir gastos, pero con lo que realmente se ganaba dinero era con el DVD y la televisión. Tendría que haber una legislación que permitiera la transición del modelo, porque es como si a los periódicos se les dijera que mañana se olvidaran del papel y que al día siguiente vivieran de la publicidad en internet, con lo que cerrarían todos. Se dice que nos dan subvenciones, pero las que nos dan al año son lo mismo que le dan al museo Reina Sofía.
NOTA: Non estamos a falar dun cambio tan rápido como dan a entender. Os xornais levan moitos anos avanzando na súa dixitalización e nun cambio de modelo de negocio (con pouca fortuna, pero o cambio está vivo), mentres que na industria audiovisual parecen quere manter sempre a mesma cadea de valor, o que non é posible. Eu levo escoitando música en MP3 dende 1995, e a tenda española de iTunes non abriu ata 2004 (e tardou 3-4 anos en popularizarse), mentres que co DVD, o Blu-ray e os e-books seguimos sen ter alternativas realmente solventes en Europa.

M. Fernández: No es lo mismo proteger una industria con subvenciones que con una ley que la proteja del entorno.

P. Casal: Cualquier actividad económica tiene una regulación y donde se redujo, como en los sectores financiero e inmobiliario, ha habido consecuencias negativas. Si se pudieran importar de China todos los productos textiles que se quisiera, desaparecería toda la industria del sector en España.

M. Fernández: Pero en ninguna industria hay un organismo que se salte la separación de poderes, como la comisión que puede suplantar a un juez a la hora de decidir el cierre de una web.

Entendo totalmente a postura de Pancho Casal na defensa do seu sector, pero non gusto da demagoxia da súa argumentación, falando de roubos e realizando analoxías pouco afortunadas (¿Qué teñen que ver os delitos que levan a xente á cadea co Código Civil? ¿E o consumo de drogas nun local público coa descarga de contidos multimedia a través da Internet?). Pese ás miñas discrepancias, non podo facer outra cousa que agradecer a Pancho a súa cordialidade, e que tivera a ben defender a postura do colectivo de creadores, pois entidades como a SGAE non cesan de fuxir dos debates e das manifestacións públicas, deixando aos seus representados co cu ao aire. Sen unha boa comunicación e certa didáctica nas intervencións faise difícil que a sociedade respecte aos autores coma debería.

De todos os xeitos está claro que é preciso facer unha reforma integral da Lei da Propiedade Intelectual, pois está obsoleta, xa que elaborouse nun momento no que primaban as copias físicas, e agora estamos ante unha conxuntura totalmente distinta, que non encaixa no marco regulatorio, coma demostrou a mala aplicación do canon dixital (algo que, por outra parte, defendo sempre que sexa razoable, pois abre a porta á copia privada).
Por desgraza, temo que o Goberno prefire pór parches a actuar en profundidade, e finalmente intentarán colar a Lei Sinde dentro da Lei de Economía Sustentable (ou algún outro caixón de xastre). Espero estar errado e que impere a prudencia neste ámbito.

Para rematar, non podo deixar de agradecer a José Manuel Gutiérrez que me invitase a participar no debate, pois considero positivo falar destes temas, aínda que sexa só para contrastar puntos de vista. Non esquezamos que na web é moi doado botar a lingua a pacer, e de cando en vez hai que parar e escoitar o que din outros. O punto de vista de Pancho Casal non goza de apoio popular, pero o seu prisma é compartido por moitos profesionais con lexitimidade para defender un futuro economicamente viable para o seu sector, aínda que nos medios para tal fin sempre poderemos discrepar.

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