Tierras de Santiago comeza a súa andaina cunha guerra de sexos

Estou abraiando co comezo de Tierras de Santiago en Melide, pois abre cun artigo sobre a presenza feminina na política local: A años luz de la paridad política De...

Estou abraiando co comezo de Tierras de Santiago en Melide, pois abre cun artigo sobre a presenza feminina na política local:

A años luz de la paridad política

  • De los 24 ayuntamientos de la comarca sólo uno, el de Melide, está gobernado por una mujer, Ángeles Vázquez
  • El colectivo femenino representa el 18,6 por ciento del conjunto de miembros de las corporaciones municipales
  • El PP, más número, y el BNG, más porcentaje

Angeles Vázquez es alcaldesa de Melide por el PPEn poco más de un lustro de este siglo XXI, la discriminación laboral se ha convertido en uno de los grandes caballos de batalla de la Administración pública y comienza a ser un concepto interiorizado por empresarios y trabajadores. Sin embargo, el camino hacia la igualdad real se prevé todavía largo y persisten importantes reductos vetados para el colectivo femenino. Paradójicamente, el ámbito del poder es uno de los más importantes.En Galicia, seis hombres y seis mujeres se reparten las consellerías de la Xunta. Pero por encima de ellos dos hombres ocupan los cargos de máxima responsabilidad, el presidente Touriño y el vicepresidente Anxo Quintana. Este hecho carecería de mayor importancia de no ser porque a medida que se indaga en el organigrama político la situación se agrava.
En la comarca compostelana, sólo una mujer se sitúa al frente de una corporación municipal. Veinticuatro ayuntamientos y sólo una mujer frente a veintitrés alcaldes, en masculino. La excepción la constituye Ángeles Vázquez Mejuto, alcaldesa de Melide. Este ayuntamiento del Partido Popular representa el ejemplo más próximo a la paridad: de los 13 ediles, seis, entre ellas la alcaldesa, son mujeres, casi el 50 por ciento.
Por lo demás, la igualdad política en la comarca es una ilusión. De 322 concejales sólo 60 son mujeres, el 18,6 %, muy lejos del reparto equitativo. La razón de este desfase se halla, según la propia Ángeles Vázquez, “no en una discriminación por parte de los compañeros, pero sí en una dificultad añadida de cara a la sociedad. Tenemos que demostrar dos veces nuestra valía, como políticas y como mujeres ya que la ciudadanía no está acostumbrada a que la gobierne una mujer”. A esto añade la falta de “concienciación entre el colectivo femenino de que, si quieren, pueden participar en política en un ámbito más allá del privado. Pero somos nosotras mismas las que debemos reivindicar nuestro lugar y mentalizarnos de que la vida familiar puede compatibilizarse con la actividad política, no una ley. No creo en la paridad política sino en que los representantes sean los más válidos”.
Frente a esta opinión, otra de las mujeres con mayor peso político en la comarca, Esther Couto, defiende convencida la paridad. Couto, edil socialista en Ordes y, desde 2004, la única diputada nacional de la zona, apunta que “las cotas son necesarias ya que, si bien el gran problema es alcanzar realmente la conciliación familiar y profesional para la mujer y esto supone la razón fundamental que nos impide dar el paso hacia la política, una vez decididas a hacerlo todavía existen desigualdades en el acceso a los centros de poder, incluso en un partido como el mío que se caracteriza por la materialización de acciones a favor de la igualdad”.
Dichas desigualdades no se limitan al aspecto cuantitativo sino también cualitativo como evidencia el hecho de que sólo Esther Couto y Socorro Cea, edil del BNG en Melide y diputada provincial, hayan alcanzado mayores cotas de poder que las restringidas al ámbito municipal.
Esther Couto: “El gran problema es alcanzar la conciliación real entre actividad política y familiar”

A verdade é que eu non podo atopar ningún sentido á discusión, pois coido que nin o número nin a porcentaxe de mulleres nun partido político deba significar nada. Na política hai persoas, e se nos poñemos a establecer cotas tamén teriamos que meter a un número mínimo de inmigrantes, de persoas doutra raza, de homosexuais… chegariamos a un absurdo absoluto. Por se acaso, que os partidos vaian fichando a unha lesbiana sub-sahariana cunha pel máis negra que o carbón (e xa postos, que fume, beba e teña problemas co xogo) 😛

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