El clérico saudí Nasser bin Sliman Al-Omar declaró en la cadena de televisión Al-Majd, que ver el Mundial de Fútbol era malo, y que habría que responder por ello el Día del Juicio Final.
Los razonamientos del clérigo parecen muy acertados (aunque se podrían aplicar a casi cualquier tipo de ocio) pero resulta curioso ver el convencimiento con el que dice cosas como “Alá puede proteger a tus hijos e hijas, pero imagina que necesitas una operación quirúrgica y que te dicen que el doctor llega tarde porque estaba viendo un partido, ¿cómo te sentirías?” a lo que el presentador, al que llama hermano Mohamed (y que tiene un parecido indiscutible con Roberto Vilar de Os Tonechos), “sin duda, muy mal“. ¡No te fastidia! Y si tu cirujano llega tarde porque le estaban poniendo una multa de tráfico también podrías decir que los Guardias Civiles son enviados del Infierno, ¿no?
Aunque a mi me moló más cuando el religioso la emprende con los jugadores y dice que los chavales están llevando pendientes para imitar a sus ídolos… ¡y que eso los convierte en drogadictos! ¡Menuda comparación! Si es que los pendientes son peligrosísimos: uno empieza poniéndose un pendiente en una oreja, le pilla el gusto al pinchazo y luego se mete directamente caballo en las venas.
Concluye diciendo que, el Día del Juicio Final, cuando nos encontremos frente a Alá, se podrá saber si hemos seguido o no el Mundial y, ¿desearías en ese momento no haber visto nunca los partidos? Bueno, yo no deseo verlos ni siquiera ahora mismo, pero os aseguro que no tiene nada que ver ni con Alá, ni con Mahoma y con el Ayatollah que me toca la pirola.
12 Xuño, 2006
